
Centro Cultural Borges esq. San Martin, 3° piso C1053ABK Buenos-Aires (Argentine)
Todo lo que constituye la reserva requiere luz, espera un día. Las bibliotecas y los museos poseen muchos más tesoros de los que pueden revelar.
El hombre conserva en estos espacios las huellas de su pasado, de su ciencia, de su industria y de sus artes. Escudriña este amontonamiento de nidos y tumbas, de plumas y piedras, de escobas y adornos, de in-folios y cuadros, de moléculas y venenos, de cabezas cortadas y de bustos gloriosos.
Esta acumulación de objetos e indicios, depositados en unos espacios inmensos y discretos está dilatándose y nos fascina como el cielo de noche cuyas estrellas lucen sin alumbrar el universo.
Alan Humerose indagó este mundo escondido, este mundo extraño y secreto, en espera de su exhibición, codiciando la luz.
Su recorrido en el seno del patrimonio científico y artístico no es una documentación sobre el estado de tal exposición o tal otra. Es una travesía poética y caprichosa, bajo luces dulces y algo caóticas, de baúles misteriosos de la exploración humana, de bastidores de la memoria y de las promesas de sabiduría.
Es como visitar una cueva de Ali Babá con una lamparita, como si fuéramos a descubrir el desván de nuestras propias historias y El Vértigo de las Reservas, es también encontrarse en el infinito de la conservación y de todas las interpretaciones.